¿Qué pasó el 18 de septiembre?

"La creación de una junta de gobierno fue aprobada por aclamación. La gran mayoría de los presentes, casi la unanimidad, puesta de pie, expresó su voluntad por un clamoreo general en que mo se percibían más que estas palabras: "Junta queremos".
(...) El vecindario celebró aquel acontecimiento con espontáneas manifestaciones de alegría. Durante aquella asamblea de cinco horas, y a pesar de las alarmas producidas por la exaltación de los partidos, se había conservado en las calles y hasta en los barrios más apartados, un orden inalterable. Al anunciarse que la Junta Gubernativa quedaba instalada, el pueblo prorrumpió en vivas y aplausos. En la noche casi todas las familias pusieron luminarias en el frente de sus casas, y se organizaron bandas improvisadas de músicos que fueron a dar serenatas de felicitación al Conde de la Conquista, a los hijos de éste que habían cooperado al cambio gubernativo y a los otros miembros de la Junta. Aquellas muestras de regocijo público se prolongaron casi hasta el amanecer, en medio de una apacible tranquilidad que no turbaron ni las alarmas ni los disturbios.
(...) La Junta creada en Santiago reconocía y proclamaba el principio de la soberanía popular. La Junta creada en Santiago era, según el acta de su instalación, puramente provisional y debía gobernar "mientras se convocaban y llegaban todos los diputados de las provincias de Chile para organizar el gobierno de que debía regir en los sucesivo". El pueblo, sin comprender en eso primeros momentos todo el alcance de la revolución que se iniciaba, adquirió, sin embargo, la noción de sus derechos, supo que era dueño de darse el gobierno que conviniese a sus aspiraciones y a sus intereses, y vio en la fuerza irresistible de un hecho consumado, que el pretendido derecho divino de los reyes era una ficción inventada por el despotismo y apoyada por el elemento teocrático. En la tarde de ese mismo día partía para Buenos Aires un propio encargado de anunciar la instalación de la junta gubernativa de Santiago. "El 18 de Septiembre es el día más grande de Chile", decía proféticamente la comunicación en que se transmitía esa misma noticia. La marcha de los grandes acontecimientos que siguieron a ese primer cambio de gobierno, vino a probar que esa predicción no era infundada".

Diego Barros Arana, Historia General de Chile, Editorial Universitaria. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2002, tomo VIII, capítulo IV, pp. 161-163
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