18 julio 2007

De más allá del bien y del mal

Si esperabas la resurreccción de la sección de lectura de este blog estas muy equivocado. (N. del T. Es el título de un libro de Nietzsche) De hecho no tiene nada que ver con el libro aquel, Sólo me gusta el titulo para la historia.
El otro día su humilde escritor se encontraba en una de sus continuas y largas travesías al hogar desde el centro de la ciudad. Me encontraba en un vagón del Metro en la línea 5, el cual extrañamente para estos días se encontraba semi vacio, solo estaba un grupo de adolescentes frente a mi hablando gritando y haciendo esas cosas idiotas que suelen hacer a esa edad. Se ponen a hablar de celulares, de repente uno les dice al resto "Te vendo un celular a 5 lukas", el resto abre los ojos como manga japonés y le dicen "Muestralo". El ente en cuestión saca un teléfono nuevo y les cuenta la historia "Shi este teléfono es Claro, el chip está bloqueado porque se lo robe a un viejo y ahora ando haciendo las monedas, el que tenga 5 lukas se lo deja, esta nuevo, es ALCATEL, le compraí un chip nuevo y queda listo" el resto ni se espanta con la historia y se pelea por ser quien se lo compre. Empiezo a pensar en la persona a la cual el ente le había robado el teléfono, como se sentiría cuando miro y me doy cuanta que se habían bajado en la estación anterior, el tren sigue y mi divagación mental también.
Cambio de línea y cambio de gente, esta vez me encuentro con el tren más lleno. Un par de oficiales del Ejercito a un lado conversando, unos escolares al otro lado y yo pensando en el ladron del celular y sus amigos cuando en la siguiente estación se suben 3 tipos con parkas, se ponen a hablar y entre jaja empiezan a sacarse de entre los bolsillos y a poner en bolsas los desodorantes, shampoo, unos ron, y otras cosas mas. Eran ladrones de supermercados y venian de "su trabajo", para completar el cuadro entre risa y risa se ponen a vender los Head and Shoulders a "luka", esta vez nadie les compro (menos mal). Era el tramo antes de bajarme. pense "me bajo y busco a un guardia, pero que va a hacer él, no se si de verdad se robaron esas cosas y no se donde", cuando se abre la puerta y me decido a buscar uno, y como nunca no había ninguno en el anden, el tren siguio con los tres malacatosos adentro y yo deprimido en el anden. Bajé las escaleras y cuidando el torniquete había uno, pero ya era tarde, estaba lejos el tren así que opte por seguír con el último tramo de mi viaje. Una micro. Me sente en la micro con la musica de la serie "Padre de Familia" en mi cabeza, sólo el coro que dice "y donde quedaron los viejos valores en los que creiamooooss", pensando en un titular de The Clinic que mi sra esposa había comprado dias antes en que salía Mr. Jesus en la portada con la leyenda y cito textual "NO regreso ni cagando". Pensaba que el titular tenía razón que ya no teníamos remedio, que si Dios decidía castigarnos con bolas de fuego desde el cielo le encontraba toda la razón y que probablemente yo haría lo mismo (Aparte de los mimos, los ladrones son los seres que más desprecio en este mundo). Cuando ya estaba vegetando en el asiento esperando el Armagedon y mirando por el vidrio el horizonte para ver a los 4 jinetes del apocalipsis, se sube un padre con su hijo de como 4 años y hace algo que yo nunca había visto en mi vida desde el inicio del transantiasco, le estaba poniendo monedas al cobrador que traía el bus para luego sacar el boleto que le entrega la máquina, luego se sientan y el niño le pregunta "¿Por que hiciste eso?" a lo que el padre le respondio "No alcancé a cargar la tarjeta por lo que tuve que pagar el pasaje en la máquina", a lo que el niño contesta "pero porque pagaste si nos bajamos altiro" a lo que le responde "Por que en la vida hay que hacer el bien y ser honesto. es nuestro deber pagar el pasaje se ande poco o harto" ante lo cual el niño lo mira con cara de ok.
NO puedo negarles que esa escena me dejo contento por el resto del día, fuí mudo testigo de un viaje realmente extraño entre el bien y el mal. por lo menos se que no todo esta perdido " y que todavía tenemos patria, compañeros" pero todavía queda mucho por hacer....

01 julio 2007

Justicia en tus manos: la nueva pomada

Si hay un actor que escoge buenas películas, ese ha sido Clive Owen. Hasta el momento no me ha decepcionado ninguna de las que le he visto. Aunque cargado un poco al drama, tiene la gracia de tener giros inesperados, lo que obliga al espectador a estarse hasta el final y ver que pasa.

Las últimas que vimos con Sopapioglobo fue "Hijo del hombre" y "Descarrilados" (nada que ver con el orden de aparición de las mismas películas). La primera, de tipo futurista, tiene un planteamiento inicial que te deja pensando desde el primer segundo de la película: "hace 18 años que no nace un niño en el planeta". ¿Se pueden imaginar algo así? Yo quedé para adentro. Y en mi imaginación también me vi cesante, hasta que pensé que el futuro se encuentra en la educación al adulto. Pero volviendo al punto, 18 años sin ver un niño reírse, aprender a caminar, balbucear y orinar encima de sus novatos padres y contemplarlo dormir, realmente da para construir una pesadilla. (Aunque la pesadilla de algunos padres sea precisamente no poder dormir ;)

La segunda, "Descarrilados", tiene de compañera a la dulce Jeniffer Aniston. Un tipo promedio, cansado de algunos problemas de la vida y de un entibiamiento en la relación con su señora, se topa con una intrigante ejecutiva que le calienta la sopita. Cuando va a servírsela aparece un ladrón y lo que parecía una canita al aire, se vuelve un infierno en la tierra. El tipo, por un mover hormonal pone en peligro todo lo que ama: su familia. Da todo el dinero que tiene, pero el chantaje lo persigue. Al final, cuando no tiene nada que entregar, toma el toro por las astas y lo doblega. A su alrrededor quedan un par de cadáveres, pero todo queda tan bien armado, que la policía ni siquiera piensa en culparlo. Vuelve a su vida feliz y realizado.

Claro, y la historia está tan bien contada, que uno se pone de parte del muchachito (Clive), sufre con él, comprende sus motivos y se alegra de que todo salga bien para él (por cierto, la resumí del modo más burdo que pude, para no arruinarles el verla). Eso es precisamente lo que me gusta de ver películas: que te cuente bien una historia. Creo que la historia puede ser mala, pero si la cuentan bien... bien. El tema es que, se borran todas las líneas para efectuar una acto éticamente correcto. Para que esto sea posible (si mal no recuerdo), deber ser bueno el instrumento o medio, el contexto y la finalidad. Si no, ya hablamos de malo. EL tema que se desarrolla en la película, lo relativiza todo: matar ¿bueno o malo? depende de la circunstancia y de la persona que mates. Cada hombre se vuelve juez y busca la justicia por medio de sus manos. ¿Por qué? porque el sistema está corrupto, no sirve, te ahoga en la burocracia y no te defiende. Porque sólo tú puedes defender a los que amas. A nadie más le importa.

El asunto es que no es la primera vez que veo esta retórica... remontémonos al clásico de Kubrik, "La naranja mecánica", donde, extrañamente, el público se encariña con Alex, quien queda como víctima del sistema, etc. Ahora, yo no pido que el cine nos enseñe de moral y ética. Tampoco creo que la gente vea películas para ser enseñada. Pero el cine es un arte, y como tal, refleja nuestra sociedad o propone una profecía para el futuro.

Por eso me inquieta: la ley de la jungla ha vuelto. El séptimo arte lo refleja muy bien.