Primero que todo, permíteme felicitarte por tu cumpleaños. Sé que fue el viernes, y la comilona estuvo de miedo... algunos invitados con un comportamiento algo primitivo, pero en general fue muy divertido. De chocolate y naranja no quiero saber por un tiempo. De los cocos menos. Así, permiteme felicitarte por tu carrete hogareño.
Pero debo advertirte de la influencia negativa que puede ser para ti, tu amigo Guaripolo. Cierto que la imagen de rockero atractivo puede facilitarte las cosas en el mundo actual. Pero te pido que regreses al buen camino, vuelve a escuchar música de los Happynes, letras con contenido para tu alma y espíritu.
Sopapiglobo, tu fiesta ha durado demasiado. ¿Has olvidado tus deberes, libremente adquiridos, como colaborador y co-editor de la "Pichanga-caliente"? ¿O tu cumpleaños ya ha desatado en ti una crisis de mediana edad? ¿Estás enojado porque los pingüinos se batieron en retirada antes de que pudieras ingresar a las fuerzas especiales para golpearlos? ¿O te apena que halla perdido Serbia y Montenegro, tu país favorito para quedarse con la copa este mundial?
La razón que sea, Sopapiglobo, no nos prives de tus entradas. El mundo te necesita. Vuelve como el hijo pródigo al abrazo de su padre. El ciber espacio es tu espacio.
Me despido, con la esperanza que he cargado en esta carta. Con la esperanza de que respondas a este llamado.
Atentamente
Discípula Lúdica
Discípula Lúdica
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