28 abril 2006

Desde La Araucana

Un día, buscando material, estaba leyendo La Araucana de Alonso de Ercilla (ja, lo digo como si fuera lo más natural del mundo) y me encontré con los siguientes párrafos:

Usan el falso oficio de hechiceros,
ciencia a que naturalmente se inclinan,
en señales mirando y en agüeros,
por las cuales sus cosas determinan:
veneran a los necios agoreros
que los casos futuros adivinan;
el agüero acrecienta su osadía,
y les infunde miedo o cobardía.

Algunos de estos son predicadores,
tenidos en sagrada reverencia,
que sólo se mantienen de loores,
y guardan vida estrecha y abstinencia:
estos son los que ponen en errores
al liviano común con su elocuencia,
teniendo por tan cierta su locura
como nos la evangélica escritura.

Y estos que guardan orden algo estrecha
no tienen ley, ni Dios, ni que hay pecados;
mas sólo aquel vivir les aprovecha
de ser sabios hombres reputados:
pero la espada, lanza, el arco y flecha
tienen por mejor ciencia otros soldados;
diciendo que el agüero alegre o triste
en la fuerza y el ánimo consiste.

Canto primero, estrofas 42, 43, 44

Como evangélica, me hizo pensar.

No hay comentarios.: