15 mayo 2006

CPPIL: Lewis, Sorprendido por la Alegría

"...No se trataba de una cuestión moral; en ese tiempo era tan no-moral respecto a ese tema como puede serlo una criatura humana. La frustración no consistía en encontrar un placer "inferior" en vez de uno "superior". Era lo irrelevante de la conclusión lo que la estropeaba. Los sabuesos habían perdido el rastro. Uno había cogido la presa equivocada. Ofrecer placer sexual para satisfacer el deseo de que hablo es como darle una chuleta de cordero a un hombre que se muere de sed. No me horrorizaba castamente ante la conclusión erótica, rechazándola con un "¡No, eso no!" Expresaban mejor mis sentimientos las palabras "Sí. Ya veo. Pero, ¿no nos hemos desviado del punto concreto?" La Alegría no es un sustituto del sexo; a menudo el sexo es un sustituto para la Alegría. Me pregunto a veces si no todos los placeres son sustitutos de la Alegría"... (continuará)

Anticomentario:
Oh! el tema del sexo. Qué pequeña palabra para el maremoto de emociones que desata. Tanta publicidad, tanta pasión, tantos problemas, tanto placer, tanta satisfacción-dolor que conlleva. Y la educación no se pone de acuerdo para abordarla, que el asunto moral, condonal y pastillal que lo afecta. El abc del sexo y el punto G. Que los aparatos reproductores y los aparatos calentones. Y las hormonas. Echemosles la culpa a las hormonas. Es tan natural tener un comportamiento animal... estamos diseñados --> sigamos el diseño. Que lo normal será seguir el impulso y aprender sin amar.

Más que nada me molesta, que a los adolescentes y niños se les prive -no ya de información- sino de educación. Educación para decidir. Educación para diferenciarse humanamente en el sexo.

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