¿Qué tienen en común "Misión imposible III" y "Mar adentro"?
La primera es la última producción del señor Cruise. Pese a que la crítica la encontró como la mejor Misión de las tres, la taquilla parece que no le dio todo el apoyo que esperaba. Y claro, es difícil perdonarle sus locuras de crisis de edad madura y que halla dejado a la Kidman (si le pasa a ella, que nos queda a nosotras?) para hacer el loco las suficientes veces para que los gringos no quisieran verlos en la tele (TomKat). Debo admitir que, personalmente, me molestó bastante, y no habría ido a verla a no ser por Hanamichi, quién también es fanático de la acción, pero no tiene los prejuicios en los que me enrrollo yo. Así que ahí estaba, viendo como 4 misiones imposibles en una, con la cámara que se mueve y te sientes que estás dentro y te mareas, viendo al señor Cruise correr por algo que vale la pena (respecto a las 2 anteriores). Y pese a que parecía una ironía de su vida real, ahí estaba yo, metida y conmovida en medio de explosiones, disparos, persecusiones y asesinatos. Tiene de todo, tal vez un poco mucho demasiado, pero como está bien contada, no se nota tanto. Lo que sí me llama la atención es como uno vuelve al clásico "buenos contra malos", porque si matan a un bueno, te duele. Pero si es malo ¿a quién le importa? Ahí siempre me quedo pensando en "Bowling for Columbine", donde me convertí a la creencia de que los gringos tienen problemas sicológicos respecto al uso de armas. Y me reconvencí cuando ví "Mr y Mrs Smith" (con el otro abandona-mujeres señor Pitt... rayos, con él no me pude enojar)... eso de hacer comedia con los balazos... amerita otra posteo.
Volviendo a "Mar adentro", con un notable Javier Bardem, bajo la dirección de Alejandro Amenábar, el semi chileno, que, como le va bien, nos encargamos de remarcar que "es chileno". Me encantó la fotografía y el desarrollo de los diálogos... muy poética y conmovedora. Increíble como se maneja el humor en un tema tan delicado (o poco tocado) como la eutanasia. En una parte, al personaje de Bardem, le preguntan "¿Por qué siempre sonríes?" y él responde "Porque personas como yo, al verse privadas de todo espacio de intimidad por depender de otros para todo, aprendimos a llorar riendo". Ahí quedé un buen rato.
Bueno, ¿y que tienen en común? Más cosas de las que pensé en un principio.
Dos hombres relacionándose con la muerte. Alejandro Amenabar dirigió "Abre los ojos", de la cual el Señor Cruz hizo un remake y se metió con la Penélope Cruz (lo admito, esa era un descargo más).
En realidad, por esas cosas que no se planean, lo que tienen en común es que las vi el mismo día, en menos de un espacio de 8 horas, por lo que tuve muchas emociones diferentes y fue un día largo, entretenido, pero largo. Y tienen en común escenas con molinos de viento. Al principio de Misión Imposible, el grupo debe escapar en helicóptero en medio de un campo de molinos de viento en Alemania. A la mitad de Mar adentro, el protagonista viaja al juzgado y ve el paisaje del camino y en medio, asoman las aspas de unos molinos de viento. Las escenas parecen ireconciliables entre sí, pero tenían un elemento común.
Entonces ahí estaba yo, sentada con el Quijote, viendo una película y pensando en otra. Concluyendo que no importan las diferencias que tengamos.
Todos tenemos nuestros molinos de viento.
22 mayo 2006
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